Título

AMIGOS Y AMIGAS DEL PUEBLO VASCO EN ARGENTINA - EUSKAL HERRIAREN LAGUNAK ARGENTINA

BUENOS AIRES POR “UN PUERTO RICO LIBRE" Y EN HOMENAJE A SUS PATRIOTAS

Se recordó al revolucionario Machetero Filiberto Ojeda Ríos, asesinado por el FBI, y se exigió la libertad para el prisionero político puertorriqueño Oscar López Rivera Organizado por Cátedras Bolivarianas en el ámbito de la Taberna Internacionalista Vasca, este pasado viernes fue evocada la trayectoria y la lucha de más de un siglo contra el imperialismo norteamericano que libra el pueblo de Puerto Rico. En ese marco, se destacó el papel meritorio que jugó el líder del Ejército Popular Boricua (Macheteros) Filiberto Ojeda Ríos, quien fuera asesinado el 23 de septiembre de 2005 por un contingente de 200 efectivos del FBI, apoyados por poderoso armamento y la presencia de vehículos artillados y helicópteros. El acto comenzó con la proyección de una interesante entrevista realizada por una periodista en 1990 cuando Filiberto permanecía en la clandestinidad. Y luego, otro video, donde se pudo apreciar la gran movilización popular que sucedió en repudio al asesinato del líder independentista. Como señalara posteriormente Carlos Aznárez, director del periódico Resumen Latinoamericano y uno de los organizadores de la actividad, Filiberto se enroló desde muy joven en la lucha revolucionaria. Primero fue a Cuba, donde colaboró activamente con la Revolución, y luego, de regreso a su patria formó el Movimiento Independentista Revolucionario Armado (MIRA), que realizó numerosas acciones directas contra “el enemigo gringo”. Expropiaciones, ataques a aviones de la Guardia Nacional Armada y hasta el ajusticiamiento de dos marines, fueron realizadas en esa época de lucha, combinadas con innumerables levantamientos y movilizaciones populares, que casi siempre eran ahogados en sangre por el Imperio. "Luego, a partir de 1976, señaló Aznárez, mientras aquí se instalaba la dictadura militar más terrible que hemos vivido, Filiberto creaba los Macheteros, esa organización peleona y revolucionaria que se convirtió en símbolo de resistencia popular”. “Los policías del Imperio apresaron a Filiberto a fines de los 80 junto con otros 19 compañeros de lucha, pero su nombre siguió repitiéndose en clave clandestina, de casa en casa, dándole más aire al constante proyecto emancipador boricua. En 1988 liberaron a Filiberto bajo fianza, pero le colocaron un grillete electrónico en una de sus piernas, para controlarlo. El líder Machetero se desprende de ese adminículo en 1990 y vuelve a la clandestinidad. La represión gringa lo consideraba su enemigo número 1 en Puerto Rico, y sin embargo, no podían controlar las acciones de los Macheteros, que un día aparecían en un punto del país y al otro día emitían un comunicado en otro". El disertante, continuó señalando que “precisamente el 23 de septiembre de 2005, cuando Filiberto ya había enviado su tradicional mensaje al acto que recordaba otra gesta independentista, el Grito de Lares (cuando 500 patriotas se levantaron en armas contra el Imperio español), numerosos efectivos del FBI rodearon la casa del Comandante Machetero. Filiberto sólo tenía una pistola, y con ella, resistió durante horas a un enemigo poderosamente armado. Herido gravemente, sus feroces asesinos lo dejaron morir desangrado”. Terminó sus palabras expresando, que es indispensable instalar la figura de Filiberto en un pedestal bien alto, junto a otros grandes revolucionarios. “Él y su compatriota Oscar López Rivera tienen la fuerza y el coraje del Che, de Sendic, de Santucho, de Sandino y de la boricua Lolita Lebrón, y tantos otros camaradas, y es por eso que su pueblo recoge su nombre y legado, y lleva su imagen combativa en sus banderas”. Destacó también que "a pesar de todos los embates represivos, los Macheteros y otros luchadores, siguen y seguirán, hasta que, como dijo Filiberto, Puerto Rico consiga su definitiva independencia”. Aznárez, leyó a continuación mensajes enviados para la actividad: de.patriota puertorriqueño y ex preso político, Rafael Cancel Miranda, de la compañera de Filiberto, Elma Beatriz Rosado, del portavoz del Comité Puertorriqueño Pro Derechos Humanos, Eduardo Villanueva Muñoz y del Copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH), Julio Muriente Pérez Gabriela Quijano insistió en recordar que Puerto Rico lucha por dejar de ser colonia yanqui. Luego habló la estudiante puertorriqueña Gabriela Quijano, quien puso énfasis en destacar el carácter de colonia que sufre la nación boricua. “Primero sufrimos el colonialismo español y luego el colonialismo yanqui, y eso hay que recordarlo día a día, para entender qué tipo de situación vive nuestro pueblo. Cada uno de los intentos de rebelión popular que tuvimos, el imperio respondió con brutal violencia, generando numerosas masacres. Sin embargo, jamás nuestra gente dejó de luchar". En efecto, lo hizo con Ramón Betances, con Pedro Albizu Campos, con Eugenio María de Hostos, con Juan Antonio Corretjer, y también con Filiberto y otros patriotas. Alabó también el papel que han jugado hace muy pocos años los puertorriqueños luchando contra las instalaciones militares norteamericanas instaladas en la isla de Vieques. Esa fue una gigantesca resistencia que finalmente culminó en victoria, ya que los yanquis debieron retirarse de Vieques. Quijano señaló que es importante que estas actividades de información y sensibilización sobre Puerto Rico se repitan en todo el continente porque debemos sacar a nuestra nación del sitio de invisibilización en el que quiere colocarlo el Imperio. Posteriormente se realizó un animado debate sobre la necesidad de renovar la lucha por la libertad de López Rivera y también denunciar el carácter opresor y represivo que ejerce EEUU sobre el pueblo de Puerto Rico. MENSAJES LLEGADOS DESDE PUERTO RICO SALUDANDO AL ACTO. De la compañera de Filiberto Ojeda Ríos "Desde Puerto Rico, para los compañeros y compañeras reunidos en solidaridad con nuestra lucha". Queridos todos: Batallamos en estos días a través de conmemoraciones dolorosas, pero con ánimo renovado. Las expresiones de solidaridad con esta iniciativa de Resumen Latinoamericano a través de las Cátedras Bolivarianas infunden energías a nuestra lucha boricua por la independencia. La presencia de nuestro querido archipiélago de Boriquén en el Ciclo de Cine-debate latinoamericano es importante en el eterno esfuerzo de dar a conocer nuestra lucha, y agradecemos a los organizadores y anfitriones este espacio. La importancia del 23 de septiembre en nuestra lucha data de 1868, Día del Grito de Lares, grito de rebelión de los puertorriqueños contra España. En el 2005, el gobierno de Estados Unidos pretendió mancillar nuestra fecha, asesinando al compañero Filiberto Ojeda Ríos, Comandante del Ejército Popular Boricua - Macheteros. No lo consiguieron. Filiberto vive en cada uno de nosotros y en nuestra lucha. Seguimos la senda bolivariana y culminaremos las palabras del Libertador en su promesa de que nuestra Boriquén sea otra de las repúblicas latinoamericanas, siguiendo el trayecto marcado antes por las naciones hermanas. Elma Beatriz Rosado, compañera de vida y de lucha de Filiberto. Reiteramos nuestros esfuerzos en la lucha por la excarcelación de nuestro compañero Oscar López Rivera, que lleva 33 años en una prisión estadounidense, por el único delito de luchar por la independencia y la libertad de su patria puertorriqueña. Recordamos también a nuestros hermanos cubanos, Antonio, Gerardo y Ramón, que se encuentran también encarcelados injustamente por el gobierno de Estados Unidos. Por estos días, las expresiones del Presidente venezolano Nicolás Maduro han difundido con mayor contundencia la lucha por la independencia de Puerto Rico y las campañas de excarcelación de nuestros hermanos encarcelados injustamente. Esas acciones, así como la de esta noche en esta actividad son fundamentales para adelantar la lucha, no solo la de nuestra patria chica, sino también la de nuestra Patria grande, que compartimos. Un saludo y un abrazo a quienes han acudido a este compartir de ideas en que sentimos con mayor calor la hermandad latinoamericana. Un saludo muy especial al compañero Carlos Aznárez y a la compañera Graciela Ramírez por su dedicación constante a estas luchas. En solidaridad y lucha, Elma Beatriz Rosado Fundación Filiberto Ojeda Ríos Oscar López Rivera Mensaje de Rafael Cancel Miranda para las Cátedras Bolivarianas dedicadas a Puerto Rico Rafael Cancel Miranda hoy, y otra imagen de este patriota cuando con Lolita Lebrón y otros compañeros entraron a tiros al edificio de las Naciones Unidas, el 1 de marzo de 1954, lo que le costó permanecer encarcelado en EEUU 25 años de su vida de luchador. Hoy con sus 84 años a cuesta sigue peleando por un Puerto Rico Libre. A nombre del pueblo puertorriqueño, latinoamericano y caribeño, quiero expresarle nuestras gracias por su solidaridad con la causa de la excarcelación del compañero Oscar López Rivera, patriota revolucionario puertorriqueño, quien por su lucha por la independencia de su patria, Puerto Rico, lleva más de 33 años en las cárceles del imperio estadounidense. Gracias también por el reconocimiento que hacen al patriota Filiberto Ojeda Ríos, combatiente también por la independencia de Puerto Rico y quien fuera asesinado el 23 de septiembre de 2005 por más de 200 agentes de las fuerzas de represión estadounidenses, llamadas FBI (Buró Federal de Investigaciones), la cual es una especie de GESTAPO yanqui en Puerto Rico. Más de 200 agentes vinieron directamente de los Estados Unidos para cometer el asesinato del compañero Filiberto Ojeda Ríos. Fue obvio que no vinieron a arrestarlo, sino a asesinarlo pues luego de herirlo, lo dejaron desangrar hasta la muerte. ¿De dónde surgen los Oscar y los Filiberto y otros tantos hombres y mujeres que como ellos han sido perseguidos, encarcelados y asesinados por las fuerzas del imperio yanqui? El 12 de mayo de 1898 la Marina de Guerra estadounidense, bajo órdenes del almirante Sampson, bombardeó la ciudad de San Juan de Puerto Rico matando mujeres y hombres puertorriqueños. Dos meses más tarde, el 25 de julio de 1898, las fuerzas militares estadounidenses, comandadas por el general Nelson A. Miles, invadieron a Puerto Rico. Hubo resistencia, pero lograron invadirnos. Desde entonces hemos sido un país ocupado por las fuerzas militares estadounidenses. El 2 de marzo de 1917 nos impusieron la ciudadanía estadounidense, pese al rechazo del parlamento puertorriqueño, para dos meses después, en mayo de ese mismo año, imponernos el servicio militar obligatorio, lo que a través de los años ha costado la vida a miles de jóvenes puertorriqueños. En 1949 un tribunal estadounidense me sentenció a dos años de prisión por rehusar inscribirme en su ejército y negarme a matar coreanos. Bajo órdenes del coronel Elisha Frances Riggs, jefe de la policía en Puerto Rico designado por Washington, se ejecutó la Masacre de Río Piedras en 1935 y en 1937 se ejecutó la Masacre de Ponce bajo órdenes del gobernador militar general Blanton Winship, también designado desde Washington. En esta última asesinaron a 19 puertorriqueños, entre ellos a la niña Georgina Maldonado, quien salía de la iglesia con sus palmas pues era Domingo de Ramos. Mis padres fueron sobrevivientes de esa masacre. Durante 116 años de coloniaje muchos han sido los crímenes cometidos contra el pueblo puertorriqueño. Como breve muestra, un médico adscrito al ejército yanqui y con el auspicio de la Fundación Rockefeller, el Dr. Cornelius Rhoads, inyectó células cancerosas en varios pacientes hospitalizados. Se usó a las mujeres pobres puertorriqueñas para experimentar con la píldora anticonceptiva y se usaron nuestras aguas y territorio nacional para experimentar con el agente naranja que luego se usaría en Vietnam, así como con otras sustancias químicas de alta peligrosidad, todo ello con fines bélicos. Por años la policía colonial levantó expedientes ilegales sobre miles de puertorriqueños que expresaran algún sentimiento patriótico o participaran en actividades patrióticas. Esta persecución redundó en la pérdida de empleos y la destrucción de familias, entre otras tragedias personales. En la década de los setenta, los hogares y negocios de familias independentistas fueron objeto de incendios, así como de la colocación de bombas; así también las actividades patrióticas. Tanto la Policía de Puerto Rico como el FBI se hicieron de la vista larga. En 1978 la Policía colonial entrampó y asesinó a sangre fría a dos jóvenes independentistas en lo que ha pasado a conocerse como el crimen del Cerro Maravilla. Al iniciarse el siglo XXI continuaron los asesinatos. El 23 de septiembre de 2005, el patriota Filiberto Ojeda Ríos fue emboscado en su hogar por un comando especial del FBI traído de Estados Unidos y compuesto por más de 200 agentes. La larga lista de mártires incluye al hijo del líder independentista Juan Mari Bras y al joven patriota cubano Carlos Muñiz Varela, crímenes que al día de hoy permanecen “convenientemente” sin esclarecer. Han destruido nuestra agricultura para convertirnos en un mercado forzoso de los Estados Unidos. Han destruido nuestra economía nacional para beneficio de su economía. Miles de puertorriqueños se han visto forzados al exilio, tanto así que actualmente hay más puertorriqueños que residen fuera de Puerto Rico que los que residen en su patria. La familia de Oscar López Rivera es parte de ese exilio. El pueblo puertorriqueño ha resistido, tanto en Puerto Rico como en las “entrañas del monstruo”. Oscar López Rivera ha sido y es parte de esa resistencia por lo que el 29 de mayo pasado cumplió 33 años de injusto encarcelamiento, como también son parte de esa resistencia las 6 mujeres puertorriqueñas que cumplieron 20 años en prisión por defender la dignidad y el futuro de su patria y que fueron acusadas junto a Oscar y otros patriotas de conspiración sediciosa. Nos tomaría mucho tiempo mencionar la lista interminable de prisioneros políticos puertorriqueños a través de nuestra historia, pero hay un caso en particular que quiero mencionar porque es único en el mundo: un padre, don Ramón Medina Ramírez y sus cinco hijos, entre ellos uno ciego, todos encarcelados al mismo tiempo en prisiones estadounidenses por rehusar ser parte el ejército invasor. De esa historia provienen Filiberto y Oscar. El gobierno de Estados Unidos controla aire, mar y tierra en Puerto Rico y nos consideran una “propiedad” de ellos, tanto así que han tenido la desfachatez de expresar en un informe oficial de la Casa Blanca que pueden vendernos o cedernos a un tercer país sin siquiera consultarnos. Si eso no es esclavitud, ¿qué es? Estas son la circunstancia de las que surgen los Oscar López Rivera y Filiberto Ojeda Ríos. ¿No sería lo mismo en cualesquiera de nuestros países hermanos. En Puerto Rico la persecución continúa, pero para gloria de nuestro pueblo, también la resistencia. ¡Viva la hermandad en nuestra Patria Grande! Rafael Cancel Miranda Exprisionero político ______________________________